El desarrollo emocional, social y cognitivo infantil es un proceso complejo que, en ocasiones, puede presentar desafíos que requieren atención especializada. Todos los niños y niñas pasan por etapas de desarrollo en las que tiene que enfrentar retos físicos, cognitivos, emocionales, sociales, … A veces puede costar esta adquisición o adaptación, puede quedar atascada o puede presentar una dificultad extra.
Acudir a un psicólogo infantil no siempre significa que exista un problema grave, sino que puede ser una forma de prevenir dificultades mayores, o de acompañar al niño en un momento concreto de su vida o en alguna de las dificultades que vive en el presente. El psicólogo infantil tiene los conocimientos sobre la naturaleza del desarrollo del menor y puede actuar tanto en la prevención de futuras dificultades como en la intervención de problemas ya establecidos.
Desde nuestro espacio terapéutico en Sant Andreu, las psicólogas infantiles entienden que lxs niñxs pueden expresar sufrimiento y dificultades a través del cuerpo y del comportamiento.
Algunas de las señales de alerta que nos pueden indicar la necesidad de consultar con un psicólogo infantil son:
- Cuando no se están adquiriendo las metas esperables del desarrollo (retraso o ausencia de habla, retraso psicomotor, persistente rechazo en la incorporación de nuevos alimentos o texturas, dificultades en el proceso de aprendizaje, detección escolar de diferencia significativa en la adquisición de conocimientos)
- Dificultad para el manejo de emociones; cambios emocionales brusco, presencia persistente de rabietas en etapas más tempranas o expresión de rabia descontrolada con o sin presencia de conductas autoagresivas (golpearse la cabeza contra sí mismo o contra la pared o suelo) o destructivas con el entorno.
- Presencia de problemas de conducta (comportamientos desafiantes, uso reiterado e intenso del engaño, el insulto, la mentira o la pelea, desobediencia constante o agresividad hacia otros, dificultades para seguir normas o mantener relaciones con sus iguales, …)
- Cuando hay una pérdida o un retroceso importante en algún hito del desarrollo que ya estaba adquirido (comportamientos de mutismo repentino, pérdida de control de esfíngteres,…)
- Dificultades escolares (Problemas de atención, concentración o rendimiento académico que no mejoran con apoyo pedagógico, rechazo a ir a la escuela, falta de motivación o reiterados conflictos con maestros y compañeros).
- Presencia de conductas ritualizadas que tiene que cumplir el propio niño o niña o que exigen al padre o madre a seguir en una secuencia de conductas verbales o conductuales (o ambas) determinadas, mostrando elevada molestia si no se cumplen.
- Ante la experiencia de eventos traumáticos o cambios importantes como un accidente, la pérdida de un ser querido, el divorcio de los padres, mudanzas o cualquier situación que altere significativamente su rutina.
- Presencia de graves dificultades para conciliar el sueño con presencia de despertares muy frecuentes que interfieren el sueño mantenido en edades esperables de ser continúo.
- Dificultades en la socialización con presencia de aislamiento, dificultad para hacer amigos o relacionarse con otros niños.
- Baja autoestima o conductas de autocrítica excesiva.
- Malestares físicos sin causa clínica aparente que pueden estar vinculados con factores emocionales. Dolores de cabeza o de barriga u otros malestares que no tienen explicación médica clínica.
En cualquiera de estos casos, el psicólogo infantil realiza una evaluación especializada relacionada con el motivo por el que se consulta.
En caso de ser necesario se puede realizar un estudio psicológico infantil que puede utilizar instrumentos de evaluación y pruebas estandarizadas validadas que serán previamente justificados a los padres o cuidadores principales.
Algunas de las evaluaciones más comunes que realizamos son:
- Prueba de inteligencia.
- Estudio de la personalidad y habilidades y aptitudes.
- Diagnóstico de trastornos emocionales, trastornos psicológicos.
- Diagnóstico de trastornos de aprendizaje (dislexia, discalculia, dispraxia, …)
- Diagnóstico del Trastorno por déficit de atención (TDAH).
- Diagnóstico de Trastornos del Espectro Autista (TEA).
- Diagnóstico de dislexia
Después de la evaluación, se realiza una devolución de la valoración donde el psicólogo infantil comparte con los padres o los tutores las conclusiones de la exploración junto a un plan de intervención y recomendaciones para poder abordar el motivo de consulta.
¿Qué trastornos psicológicos infantiles solemos tratar en nuestro centro de Sant Andreu?
- Algunas de las dificultades más comunes de consulta que atendemos son:
- Miedos y ansiedad infantil.
- Fobias infantiles, entre ellas la escolar.
- Terrores nocturnos.
- Eneuresis y encopresis
- Bullying o acoso escolar.
- Obsesiones y compulsiones en niños.
- Adicciones, Dependencias.
- Depresión infantil.
- Problemas conducta: conducta antocisocial, negativista, conducta opositiva o desafiante.
- TICS (trastorno involuntario de la conducta).
- Traumas, trastorno por estrés postraumático.
- Trastornos de aprendizaje
- Intervención para el supuesto TDA y TDAH en niños.
- Celos patológicos entre hermanos.
Beneficios de acudir a un psicólogo infantil
Un psicólogo infantil ofrece un espacio seguro para que el niño exprese sus emociones, entienda sus pensamientos y desarrolle herramientas para enfrentar situaciones difíciles. Además, orienta a los padres sobre cómo manejar ciertos comportamientos y fortalecer el vínculo familiar.
El objetivo es apoyar al niño o la niña en su crecimiento y en la superación de los obstáculos que puedan estar afectando su bienestar. Acudir a tiempo puede marcar la diferencia en su desarrollo emocional, cognitivo y social.
Si teneis algunda duda o necesidad, en nuestro centro de Psicología encontraréis psicólogos infantiles expertos que os podrán asesorar en lo que vuestro hijo o hija necesite.
Tlf.: +34 640 85 88 32